Ya lo dijo Bertollucci: «Me gusta hacer películas en Hollywood para subvertirlo desde dentro». Hoy en la Mostra, dos grandes artistas como Pablo Larrain y Denis Villeneuve presentado Spencer y Dune, sendos mamotretos financiados por los grandes estudios. La parroquia veneciana ha entrado de rodillas en la sala de cine, esperando salir con heridas ensangrentadas de puro gusto cinéfilo. En ambos casos, la misa ha sido correcta, pero aburrida y sin atisbo de sacrilegio, milagro, ni blasfemia. Las dos han resultado aceptables, pero tediosas. Spencer por relamida y Dune por solemne y grandilocuente